Los tres estados de Math Combat Challenge (español)

Versión en inglés aquí.

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Cuando diseñamos Math Combat Challenge, queríamos implicar al jugador en un juego de matemáticas y supervivencia que suponga un reto, y que le permita enfrentarse a dos elementos completamente opuestos. Estos elementos son:

En primer lugar, el cálculo. Sea en los paneles estáticos, buscando los números por el escenario, como en los dinámicos, que requieren ser resueltos antes de que desaparezcan, el jugador necesita concentrarse. El cerebro requiere concentrarse incluso para resolver los problemas matemáticos más sencillos. No nacemos sabiendo calcular, aunque el aprendizaje es fácil. Pero, incluso en el caso de una simple suma, se necesita prestar atención a los números para resolver el cálculo.

En segundo lugar, todos nacemos con un instinto de supervivencia. Estamos en constante alerta ante cualquier peligro que pueda dañarnos. En un videojuego de supervivencia, eso se traduce en sobrevivir a los enemigos que nos acechan.

El problema se da cuando confrontamos la necesidad de mantenernos alerta para sobrevivir, con la necesidad de estar alerta ante la aparición de los problemas matemáticos, y posteriormente, la concentración requerida para resolver rápidamente esos problemas. ¿Cómo gestionar dos actividades mentales que son conceptualmente opuestas?

La respuesta es clara y directa; con el tercer estado: con concentración, con reflejos, y gestionando correctamente el stress que supone tener que encontrar un balance entre ambos estados. ¿Qué ocurre cuando, en un mismo instante, debemos defendernos de un ataque, pero debemos resolver un ejercicio matemático? ¿Cómo actuamos? El juego da preferencia a la resolución de los problemas; demasiados errores (algo que se puede configurar en el panel) y perderemos. Pero si no nos defendemos, también perderemos. La respuesta a esta situación es saber desarrollar las estrategias que permitan combinar ambos elementos opuestos.

El juego permite conseguir ayuda de elementos externos, como la minigún, la lechuza dron, el Mech de combate, o el dron de seguimiento en Titán, pero su uso excesivo resta puntos, como se explica en el manual. Por lo tanto, el jugador deberá decidir si prescinde o no de estos elementos, y si los usa, en qué cantidad y cómo. Eso unido a los cuatro niveles de dificultad, y a poder configurar la complejidad de los problemas matemáticos, permite al jugador diseñar sus propios retos.

Eso es, en definitiva, Mach Combat Challenge. Por eso solemos decir que esperamos que sufráis. Pero es broma. Solo esperamos que sufráis un poco. Un poco nada más.

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