English version here.
En esta entrada voy a hablar de un tema recurrente en el mundo de la programación de videojuegos: elegir el color del Ferrari cuando subes tu juego a Steam y ganas millones de dólares. Porque, de eso se trata, ¿no es así?
No. Hay muchos sueños, y muchos soñadores, que ven triunfar un juego indie, y creen que pueden repetir esa hazaña. No es que sea imposible. Pero solo hay que observar cuántos juegos se publican en Steam cada día, y cuántos ganan para, al menos, cubrir gastos, para entender que este mundo no es ninguna maravilla. Tampoco es la pesadilla que reclaman algunos. Es, como todo lo demás, cuestión de conocimiento, trabajo, y algo de suerte. Y un padrino lleno de dinero si es posible. Pero eso pocas veces ocurre.